De vez en vez el agua se filtra en la tinta, en su génesis y la transforma. En este caso excita a editar. Por esta razón algunas entradas cambiaran su forma, su nudo o desenlace, van siendo nuevas y otras estáticas como ojos de estatuas.
martes, 27 de mayo de 2025
👻
5 comentarios:
Anónimo
dijo...
En un mundo donde hasta llegar a la luna depende de quién cuenta la historia, preguntarse qué es verdad es también preguntarse quién la autoriza.
La mente determina tu familia, tus pensamientos, tus sentimientos lo que te pasará mañana y determinó lo que pasó ayer. Lo decide todo. Pero el hombre por ignorancia achaca todo esto a la buena o a la mala suerte, al destino, a los malos espíritus o espíritus detractores. Permíteme decirte, que nada de eso existe. Ni existen los detractores, ni la mala suerte. Existe la mente y la mente lo es todo. Todas aquellas cosas que hemos visto y repetido mucho, ya no están sólo en el consciente, sino que pasan al subconsciente. Y en ese subconsciente está todo lo que nos han repetido desde pequeños. Si te han dicho mucho que eres bruto, eso pasa al subconsciente y resulta que el subconsciente es el programador de tu vida. Entonces esa programación de que eres bruto está allí y te comportas como tal. Ahora, si esta programación pasa al inconsciente, es terrible.
se te graba la negación, la infelicidad, el vivir estrechamente, el vivir infelizmente y esos han sido los mensajes que hemos recibido siempre. Escuchando varias veces “Yo no puedo ser feliz” “A mí me pasa siempre lo malo” y poco a poco vamos grabando esa programación. Si fuéramos computadora, dijera que estamos muy mal programados. Muchas veces nuestros padres, inconscientemente, nos han programado mal y repetido muchas negatividades.
te recuerda que el camino espiritual no precisa cara seria ni ropajes impecables, sino corazón disponible. Lo reconocerás por: -Sombrero de toalla torcido. -Abanico de hoja de palma con el que ahuyenta espíritus. -Calabaza de vino —símbolo de su “indisciplina” y alegría. -Una sandalia en la mano o descalzo, aludiendo a su vida itinerante.
Nadie se pierde nada, ni encuentra nada relajante al haber llegado hasta acá, pero han saltado jubilosamente al vacío, solo se vuelve… al otro vacío, volviendo a entrar al vacio anterior...va ve
5 comentarios:
En un mundo donde hasta llegar a la luna depende de quién cuenta la historia, preguntarse qué es verdad es también preguntarse quién la autoriza.
La mente determina tu familia, tus pensamientos, tus sentimientos lo que te pasará mañana y determinó lo que pasó ayer. Lo decide todo. Pero el hombre por ignorancia achaca todo esto a la buena o a la mala suerte, al destino, a los malos espíritus o espíritus detractores. Permíteme decirte, que nada de eso existe. Ni existen los detractores, ni la mala suerte. Existe la mente y la mente lo es todo. Todas aquellas cosas que hemos visto y repetido mucho, ya no están sólo en el
consciente, sino que pasan al subconsciente. Y en ese subconsciente está todo lo que
nos han repetido desde pequeños. Si te han dicho mucho que eres bruto, eso pasa al
subconsciente y resulta que el subconsciente es el programador de tu vida. Entonces esa programación de que eres bruto está allí y te comportas como tal. Ahora, si esta programación pasa al inconsciente, es terrible.
se te graba la negación, la infelicidad, el vivir estrechamente, el vivir infelizmente y esos han sido los mensajes que hemos recibido siempre. Escuchando varias veces “Yo no puedo ser feliz” “A mí me pasa siempre lo malo” y poco a poco vamos grabando esa programación. Si fuéramos
computadora, dijera que estamos muy mal programados. Muchas veces nuestros padres, inconscientemente, nos han programado mal y repetido muchas negatividades.
“Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso.”
te recuerda que el camino espiritual no precisa cara seria ni ropajes impecables, sino corazón disponible. Lo reconocerás por:
-Sombrero de toalla torcido.
-Abanico de hoja de palma con el que ahuyenta espíritus.
-Calabaza de vino —símbolo de su “indisciplina” y alegría.
-Una sandalia en la mano o descalzo, aludiendo a su vida itinerante.
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