Humano: Dios,
¿Por qué me hiciste con tan mala memoria?
Dios: Porque
quería que vivieras el presente, sin aferrarte al pasado ni preocuparte por el
futuro.
Humano: Pero
olvido citas, tareas, nombres, cumpleaños...
Dios: También
olvidas cosas dolorosas, ofensas, traiciones, fracasos, pérdidas...
Humano: Pero olvido cosas hermosas ¿puedes ayudarme a recordar todo lo que he olvidado?
Dios: ¿Estás seguro ?
Humano: Sí, quiero
saber quién soy, de dónde vengo, a dónde voy. Quiero recuperar mi memoria.
Dios: Está bien, como quieras. Te concedo el don de recordar todo lo que has vivido, lo bueno y lo malo, lo claro y lo oscuro.
Humano: Gracias,
Dios. Te lo agradezco mucho.
Dios: De nada humano. Espero que sepas usar bien este regalo recordad que la vida no es vestirte de chaquete y tomar cocaína para acceder al poder y destruir. Siempre es mejor un fogata y conversar entre todos los asuntos que hacen a la existencia. Es mejor una hoguera que consumir drogas, porque la primera aporta beneficios físicos, psicológicos y sociales, mientras que la segunda solo produce daños y sufrimiento.