Asciendo pero ellos también trepan, se sostienen de lo lindo allá por eso se compite cuantiosamente.
Siento placer y una dosis exacta de tibieza y contención ¿que más se le puede pedir al arquitecto?
El competidor esta a punto de caer y solo amago a decirle una frase elaborada: dios te libre de una zambullida tan mal preparada…