Vivimos un cambio de época en el que nos estamos deconstruyendo todo el tiempo.
Bienvenida sea esa deconstrucción, porque es el proceso que nos habilita a preguntarnos sobre nuestras certezas y creencias, sabiendo que ninguna justifica que pueda imponérsela a otras personas.
Es momento de amigarnos con la idea de tener más preguntas que respuestas, de repensar situaciones que teníamos naturalizadas pero que no son naturales.
2 comentarios:
la idea del varón amable, comprensivo, que arregla toda diferencia con diálogo y sonrisas, está lejos de la realidad. La violencia irradiada por la masculinidad patriarcal sigue siendo un problema estructural. Este choque del imaginario colectivo con la evidencia empírica puede verse también en el entorno familiar y de amistades, donde los modos de crianza y distribución de las tareas cotidianas no parecen haber cambiado mucho.
Tenia tan mala memoría que se olvido que tenia mala memoria y se acordó de todo. C
Ramón Gomez de la Serna
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