No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores.
Son los que una largo dédalo de amores
De Caín y de Abel, en una aurora
Tan antigua que ya es mitológica y llegan, sangre y médula,
A este día del porvenir, en que te engendro ahora.
Siento su multitud. Somos nosotros y entre nosotros, tú y los venideros
Hijos que has de engendrar los postrimeros y los del rojo Adan. Soy esos otros, también
La eternidad está en las cosas del tiempo, que son formas presurosas.
Jorge luis Borges.
1 comentario:
van en busca del fantasma para hacerlo real!!! lo persiguen hasta las fantasías debajo de la cama y otras vidas
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