miércoles, 13 de febrero de 2013

AL HIJO


No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores.
Son los que una largo dédalo de amores
De Caín y de Abel, en una aurora
Tan antigua que ya es mitológica y llegan, sangre y médula,
A este día del porvenir, en que te engendro ahora.
Siento su multitud. Somos nosotros y entre nosotros, tú  y los venideros
Hijos que has de engendrar los postrimeros  y los del rojo Adan. Soy esos otros, también  La eternidad está en las cosas del tiempo, que son formas presurosas.

Jorge luis Borges.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

van en busca del fantasma para hacerlo real!!! lo persiguen hasta las fantasías debajo de la cama y otras vidas

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