Decreto hablarle al
jefe pero corto, apoyo el tubo en la mesita de luz como si fuera un extraño de
la situación, y termino de ver la carrera de caballos. Sentía como una comparsa tocando en la
superficie de su alma y para sumarle canto:
“Por una cabeza de
un noble potrillo
Que justo en la
raya afloja al llegar
y que al regresar
parece decir:
No olvides,
hermano, vos sabés, no hay que jugar...”
El potrillo había aflojado, se perfumo de pasado y traición,
quieto quedo cuando olfateo y solito,
con la cabeza baja, volvió. Ahora no podía
sacar ventaja y pasmado se quedo viendo pasar los caballos por el disco de llegada.
“Por una cabeza,
metejón de un día,
De aquella coqueta
y risueña mujer
Que al jurar
sonriendo, el amor que esta mintiendo
Quema en una
hoguera todo mi querer”
La situación era difícil,
la bolsa pasó a ser la reina de su vida. Se había apoderado de la cocina, luego del
baño, la cama y el resto de los pisos. Intento pegarle una patada pero la bolsa es mas grande que una pelota pero es como dijo su jefe la semana anterior: -Tirar la basura es un acto cotidiano que se vuelve masoquista.
El problema no era despertarme igualmente prepare el desayuno, ver el agua hervir me recordó emociones agresivas de viejas amistades y compañeros de trabajo. Fue el único instante que no pensé en la bolsa.
A
media mañana intente de nuevo, agarre el teléfono y marque el número:
-Hola Juan, no me pasas con el ¡quia!
-
Viejo, venite urgente, apretaron
al jefe camino a capital, te
va a matar, lo tendrías que haber pasado
a buscar, ahí te paso.
-
Viejo, te das cuenta lo que hiciste, me
dejaste solo, un día que me hacías falta y no estabas, te das cuenta, esto lo
vamos a hablar cara a cara, esta en juego mí vida, me pusieron un arma en la cabeza, me trataron como una basura, la cosa esta difícil, ya no se puede confiar
en nadie ¿Me entendes pichón? Vos no me podes hacer esto Viejo. La vida es como
un camino y en el mío se camina, no se gatea carajo. ¡Vos no me podes hacer esto!
-
Patrón, usted sabe lo que he hecho por usted,
sabe que di la vida más de una vez y que
tiene todo mi respeto, yo nunca le he
falle, siempre lo admire, pero esta vez patrón…
esta vez… necesito proteger mi espalda.
Ya no puedo sacar ventaja…
-¡Viejo!-Grito el patrón- te necesito carajo,
agarra el chumbo veni, tenemos laburo la puta que te parió, agarra el chumbo y
veni!!!
Corte,
estábamos en las mismas condiciones: él no se sentía superior y yo tampoco.
Luego agarre el diario de ayer y busque en los clasificados una por una. No tenía
otra opción y los medios masivos son
buenos para hacer caminos, aunque sean de papel. El número de teléfono
terminaba en capicúa y eso era muy relevante en mi vida, por eso no dude.
Luego me di un baño, intentaba recordar el
momento en que se elimino la letra D, letra que revive el dolor y ese olor que penetra por las fosas nasales y llega
hasta las pantorrillas, me acalambran los cuádriceps y no
puedo cuidarme. Es evidente necesito reponerme. Entonces me seque el pelo, un poco
de perfume, calzoncillo celeste, vaquero negro, camisa
roja y zapatos negros así la
espere, parecía Sandro cantando por ese palpitar. Al tiempo suena el timbre, la
voy a buscar contento, me había propuesto vencer cualquier acto masoquista. Nos sentamos en el
comedor, en unos sillones muy blancos que había sacado con un préstamo. Se
sienta y al instante le pregunto:
-¿Me podes sacar la
basura?
-¿que
bolsita tengo que sacar?
-esa grande, ¿la
vez? esa con olor
-mmm… pero es muy
pesada para mí, me vas a tener que ayudar.
- ¡Te llame para
que la saques!
Cualquiera entendería
a un tipo como el viejo, en esa bolsa guardaba sus sueños que el pensaba que
ahora eran usados por otras personas y también guardaba principios de deseos,
es decir, atrofia. el viejo continua hablando: son los restos de mi exmujer, hay fotos,
cartas de amor y hasta tollitas femeninas
usadas porque me gustaba conservar su sangre de alguna forma.
-¡Ah!
me paso lo mismo, pero ¿Sabes lo que
hice? Le pegue un tiro en la frente y lo enterré en el fondo, nadie pero nadie sospecho y ¿sabes por que?
porque estamos en la argentina nene.
Ella agarro la bolsa con las dos manos y dice: ¡Ha…! No es muy pesada, pensé que tu mujer era gorda y fea.
Cuando paso por al lado me dio un beso en la frente abrió la
puerta de calle y desde afuera grita:
-Quédate tranquilo todo va a salir bien, la voy a
tirar lejos de acá, pero si me
pagas diez mil pesos por mes,
durante cuatro meses porque sino te mando una foto por mes, un carta cada dos
meses y vas a volver a tener ese olorcito.
Me quede
sorprendido pensé que lo mejor era meterle en la cabeza que su marido era el
mejor amor de su vida y hacerle sentir culpa pero sabía que no y recordé el
tanguito:
“…Por una
cabeza todas las locuras…” luego apenas
le grite:
-Si no tiras la bolsa
te denuncio porque yo si creo que lo mataste.
En ese tiempo
ninguno pensó en respetar el tiempo del otro, nos miramos a la cara para que la
burla nos tape hasta los ojos. En ese momento la superioridad detenía los
segundos. Ella empieza, pausadamente moviendo la muñeca, una inclinación
olímpica, extremadamente sin tiempo y luego elevando el antebrazo, rodeada de
superioridad, iluminada por todo el sol del mundo. En ese instante me di cuenta
lo importante que puede ser un movimiento y tome el chumbo de abajo del sillón,
ella al mismo tiempo me mira a los ojos sin perder superioridad. Empieza a
tener la intención de soltar la bolsa en el canasto, apunto
firmemente y disparo, disparo, disparo tres tiros al centro de la bolsa. Ella
goza la situación, sonríe, se acerca hacia la puerta y me grita: Atrápala!!!
1 comentario:
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